viernes, 17 de octubre de 2008

Miseria y locura
de los sueños
estrepitosos.

Mañana contaré
las baldosas
para armar
un rompecabezas.

O que me rompan
la cabeza
contra una baldosa
y tengan que armarmela.
Ansiosos anhelos
helados, antecedidos
diversifican
las fincas
de Dios.

¡Ora la tarde
en una flor!
junto a un charco
lleno de ondinas.

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