Tutti fruti
masca
asqueando
con el ruido
de saliva
con chicle
y su lengua
lujosa
rosa
que se ve tan clara
brillante
a los rayos
del sol
de enero.
Tus gafas
de tutti fruti
me decían
que de noche
esperabas
mas de lo mismo
y a veces
un rato mas
quedarse
traía
consigo
la sorpresa
que al final
era una felicidad
absurda.
Tan joven
el sol en tus cabellos
el cielo en el ojo
la muerte
a la izquierda
una trampa
a la derecha
adelante
el capricho
atrás
el consentimiento
y en el cenit
solo un rayo
que espero
confundirme
al decir
que no vas
a recibir,
y en el nadir
el nuevo hijo
el padre
del sol
futuro
que nace
triturando
el andar
de los hombres.
Volar es la única
canción
de tus dientes,
sanar
una sonrisa
la puntada
en las sienes
que te agarran
junto a la almohada
cansada
de llantos
de gritos
y desventajas
con camas
en tus narices
que montan
un teatro
fácilmente
pero vos naciste
ahí completa
tras el telón.