jueves, 4 de marzo de 2010

¿Siempre será así?
¿Las rocas se volverán agua
y los glaciares fuego?
¿Las miradas siempre querrán
ahuecar mi corazón?
¿De qué sirvo?
Si soy un mono
que la monotonía lo aburre,
mientras no falta noche
para convertirse
en sueño y en vida.
Ella es algo
que me enfrenta
y yo la enfrento también.
Ella es algo que me tienta
y yo la tiento también.
Aquel que no sueña
trata de despertarte,
el que no ríe
trata de callarte,
el muerto hará todo lo posible
para que mueras,
y el vivo no va a hacer
todo lo posible para que vivas.
Hermano, la soledad no me duele.
Voy trazando
círculos de fuego
en lo inmenso
del corazón y el pensamiento.
Ya el hombre no me atrapa
ni sus ojos inspiran compasión.
Más bien parece
un monstruo la cosa
en la que me he convertido
junto al tiempo y la vida.
Amigos…amigos invisibles
me inclinan:
ellos viven más allá
de mi espíritu,
ellos son la conformación.
¿Siempre será así?
El mismo auto,
el mismo trajín,
la mima chica
de distintos colores,
el mismo amor gris.
Hoy luego de muchas vueltas
he vivido mucho aquí,
experimentando
un flagelo instintivo
como una semilla
en la tierra.
Me aburre la emoción
de encontrar emoción
en lugares falsos.
¿Es que tengo que tapar
mis ojos al mundo?
¿Es que sólo debo
mirarme a mí mismo?
¿Al final de eso trata la vida?
¿No es mirarte hasta
olvidarme de mí mismo?
¿O es el glaciar
donde vive la eternidad?
A esta altura
sobre el huracán
de acero y de aceite
las máquinas
despiden rencor
a su paso funcional.
Los colectivos gimen
porque los trabajadores
gimen aún más:
La maquinaria se transforma
en lo que somos:
Un reflejo que vuelve
para siempre,
una ambición desgarradora,
una inacabable vanidad
en sonrisas.

1 comentario:

Exequiel Fontana dijo...

Hay cosas buenas por aca che, seguí adelante ...