Incertidumbre,
vacío de mis ojos,
trasnoche de tu rostro,
confusiones y abrazos.
Te veo como nieve
alumbrada por el sol:
cubierta de sombras
y fantasmas quebradizos
que estallan en melancolía
donde hay una represión
insalvable.
Muchas preguntas
cruzan como rayos
desconectando un poco
mientras se quiere
vivir en otro lugar
o situación.
Pero estoy acá
para que tu energía
siga contagiando
mi cuerpo
con alegrías
de sombras fugaces
porque también
me llevo con ellas
de una manera saludable.
martes, 15 de septiembre de 2009
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