No recuerdo todo aquello
que vieron mis ojos.
El hombre y el universo de fuego
son un cíclope bestial y ardiente.
La imaginación quiere al sol
bailando en su ocio.
Las pantallas de nuestros ojos
siguen siendo infinitos espejos.
Filamentos cromáticos ensoñando
la vida en silencio.
viernes, 19 de septiembre de 2008
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