martes, 13 de enero de 2009

Disparador de señales
que abre al poder su camino
y al ego sus juglares
danzantes que inventan ritos.
No está todo tan bien
para que te haga mal,
doblegar la maldad
cuando camino entre inocentes
debe parecer indecoroso
para el estilo.
El cachetazo son los riesgos
de cargar con nuestro yo pesado como libro.
Pero no hablemos de los adornos
que se puedan caer al final
porque de tanto exponerte
vas a terminar aburriendo.
Juego al corazón con la fuente
cuando todo el pasado
quiso que llegue al presente
siempre siendo el manantial de la muerte.
Hasta cuando tendremos que saber
tan poco de nosotros para sorprendernos
de las manipulaciones que efectuamos.
Hay días que sirvo para no hablar
y quedarme esperando la formula
que se repite en irrepetibles gestos
que acompañan de madrugada las cavilaciones.
Receptor de señales
que entrega al poder su camino.
Abolición de ego inventa ritos
en éste juglar danzante y desprevenido.

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