viernes, 16 de enero de 2009

Hace frío
techos rotos
cigarros en la boca
con risas tristes.

Una maldición
femenina
bajo el mundo
enfermo.

Yo también
estoy enfermo
por que soy el mundo:
donde el éxito no es dinero.

Tal vez soy mediocre
perdido en un bar de humo
desintegrado adolescente
derretida infección.

Mi espíritu
quedó varado
en un recuerdo
profundo.

El plomo tallado
en una corrida
dominó el horizonte
y a veces lo observo.

Un disparo
de violencia
irracional
apaga el aura.

Ya no puedo
identificarme
sin eludir
la verdad de ser.

Hay un código
que no es aceptado
un arco eléctrico
una decepción.

Huele a desgano
esta piel blanca
con los años del tiempo
los meses, los días, el silencio.

Soy un día para olvidarme
en velocidad astral
como humano lúcido
y transparente que se incendia.

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