martes, 15 de septiembre de 2009

¿Me dará más sensaciones que la tierra?
Una monstruosidad inabarcable se agita,
se siente estando a kilómetros de él,
jamás puede hablar tu idioma limitado
ni palabras usa para comunicarse
y no significa que justamente sea conmigo.
Es una Madre,
más bien un Padre.
Un cielo caído.
Aquellos pliegues del agua
no son del mismo tiempo,
sin querer cuenta anécdotas
de algo que se vivió en el éter,
Es pasado es presente
circular cómo estas letras.
Es un cuadro que apabulla
y reduce mis recuerdos a nada,
a veces acentúa a las personas
que surgen de mi vida pensada.
Y otras veces un profundo vacío,
día y noche aquel rugido
moldea con sonidos mi espíritu:
pero el oído es el único sentido
que no puede ser tapado y que no duerme:
en los sueños la música es terrible.
La soledad de no pertenecer a los hombres
y ser el destino.

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