jueves, 8 de octubre de 2009

Hoy no creo que la poesía
pueda hacer vivir las variaciones
de los encantos muertos
que siento con una constante
pulsión de vida que no sirve.
Una acción del color
que mis ojos puedan ver
no es un servicio a la tierra
ni un aporte a la cultura
que abandono sin remedio ni cura.
No siento un comerciante literario
en el interior de mi persona
que no sabe de qué sirve
escribir tantas palabras
para que el viento las disperse.
Hoy no es un día brillante
ni una noche feroz
porque la vida es una caja
para guardar sensaciones
que no pueden tener utilidad.
El pueblo tiene por útil
ir a cazar un cuervo negro
que se lleve la imaginación
para luego comprarla y después venderla
cuando ya no le haga falta.
No siento sociedad con la gente,
la gente suele enfermar lo que toca,
hasta las palabras, la música,
los pensamientos, la naturaleza,
el progreso perverso del mundo.
No siento la utilidad
de la poesía
porque ella es más allá
del individuo
más allá de la vida.

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