lunes, 16 de noviembre de 2009

Ahí va
la bronca
de trabajar
para pisar
pisándome
todas
las cabezas
del mar
que trae
aromas
de anestesia
falaz
bajo
la espada
capital
con fríos
muertos
y olvidados
humildes
decadentes
sin culpa.
Repudiando
la aventura
que excita
a los criollos:
(que abandonar
América
huele
a superior).
Y ya
sabemos
que los rubios
juveniles
quisieron
adorar al sol
alguna tarde
llena de selva.
Valoraron
el trance
que se oculta
en la armonía,
ya sabes.
Entonces
hablaba
de trabajar
en mi bronca
y sobre
mi bronca.
Cuando
reflexiono
a donde
va a parar
todo el dinero.
Ojalá no
tuviéramos
que parecernos
tanto,
así
cuando
nos damos,
la importancia
no es el nombre,
porque nosotros
haríamos
bien
en pensar
que nuestro mundo
no puede
iluminar
más Que a nosotros mismos.
Y así
estaríamos
orgullosos
de nosotros
cada uno
de sí mismo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bueno está!!!!