Sólo dos botellas al amanecer
empero el cuadro se completa
y roe al reacio en la figura,
cuando no está el tinto culo.
La vida es una poesía orgullosa.
El pincel de mi espíritu gotea;
cuerpos en secuencias gigantescas.
Miro al revés del marco aborrecido.
Y así el cuadro se completa
amamantando mis dos ojos;
las calles, el bar, las botellas.
Experimentando un manantial aquí dentro.
lunes, 16 de noviembre de 2009
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